10 de mayo de 2016

La fontana sagrada (Henry James)


El lector interesado en la obra de Henry James sabe que es un autor con un estilo de narrativa claustrofóbico, tramas obsesivas y recurrentes, y personajes ambiguos con extraños perfiles psicológicos. Lo pudimos comprobar tras la lectura de su relato "Otra vuelta de tuerca", sin embargo, "La fontana sagrada" de 1901 potencia aún más si cabe esa literatura ambigua, hasta el punto de que si hacemos un símil con la pintura, esta obra podría ser considerada como una obra abstracta.

Imaginad 250 páginas de párrafos parecidos a éstos:
"-Entiendo lo que quiera que fuese que entendió usted.
 -Vaya, yo ya no entiendo, bien lo sabe, lo que entendía antes."
(Cita de La fontana sagrada de Henry James)

Sin dar tregua al lector en ningún momento, con un tono monótono y falto de acción desde el principio hasta el final del libro. Voy a hacer un esfuerzo, a ver si soy capaz de explicar la trama:

Durante una estancia en la campestre mansión Newmarch, el narrador observa la transformación de dos parejas de matrimonios: una mujer se vuelve bella mientras su marido envejece de forma exagerada, la otra mujer se vuelve idiota mientras su marido muestra una inteligencia sospechosa.

El narrador (que a la vez es el autor y lector) trata de teorizar sobre lo que está pasando allí, siendo los personajes los que de forma constante quieren tirar por tierra sus elucubraciones.

Estamos ante una fuerza vital extraña, quizá ¿vampiros?, esa realidad velada no llega a mostrarse al lector, de manera que da pie a diferentes interpretaciones, una de ellas es la lectura simbólica y masónica:

"El manantial sagrado" masónico y grialico, cuyas aguas son portadoras de la esencia que el hombre quiere buscar en la entraña de esa Tierra, es un enclave mágico, santo y cargado de simbolismo.

Según la mitología Griega, Hera (diosa del matrimonio) peregrinaba anualmente al manantial sagrado para "renovar su virginidad". Las parejas de casados que se hallan fusionados después de muchos años y que no pueden estar el uno sin el otro, se les recomienda cierto alejamiento, como un renacimiento en manantiales sagrados. 

Cuando Hera visitaba su manantial sagrado, no sólo se renovaba ella, sino su pareja Zeus también. La lucha Zeus-Hera se muestra inevitable y puede ser una reflexión sobre el matrimonio.

El canto XX de la masonería habla del aura de los hijos nacidos libres y ungidos por el agua del manantial sagrado (se supone que se refieren a los masones).

El propio Henry James en una carta dijo de esta novela: "Lo digo con toda sinceridad, el libro no merece discusión. Lo acabé de forma inquietante, la única cosa que puede ser es una broma consistente."

Sólo para entusiastas de Henry James o coleccionistas de historias raras. Mano de santo si sufres de insomnio.

Nota: 2/10

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