30 de julio de 2016

El convidado de las últimas fiestas (Auguste Villiers de L'Isle-Adam)


Rematamos este caluroso mes de julio con un autor francés de finales del siglo diecinueve bastante desconocido en España, suenan las trompetas y hacemos una reverencia para presentar al Conde Auguste Villiers de L'Isle-Adam, noble bretón, aristócrata de los de rancio abolengo. El joven Villiers se rodeó de los artistas y poetas franceses de la época, así es como llegó a conocer a Charles Baudelaire que lo animó a leer las obras de Edgar Allan Poe que el mismo Baudelaire había traducido. El influjo oscuro de Poe sedujo a Villiers y eso se refleja en el simbolismo y la técnica del relato fantástico que acabaría impregnando toda su obra.

En 1858, cuando contaba con veinte años, la vida bohemia del Conde comienza a torcerse, su padre contrae múltiples deudas y la vida del escritor pasa de ser desahogada a rozar la pobreza. No era un autor considerado en alta estima por sus coetáneos, eso cambió tras la publicación de "Cuentos crueles" en 1883. Estos relatos le valieron cierta popularidad aunque ya no abandonó su precaria vida hasta su enigmática muerte seis años después.

El convidado de las últimas fiestas es quizá el relato más emblemático de sus "Cuentos crueles", en él se narra como un grupo de aristócratas organiza un fiesta de disfraces, varias mujeres coquetean con un surtido de jóvenes nobles, uno de ellos desentona en el grupo, es un invitado de excepción, se comporta de una forma extraña y sombría.

El convidado abandona de forma abrupta la fiesta, justo cuando uno de los jóvenes se percata de que conoce a ese tipo de algo, era el más famoso verdugo del país, se vanagloriaba de haber ejecutado a importantes personajes y de como impartía su particular crueldad con ellos. Es entonces cuando el pánico se apodera de los asistentes a la fiesta al haber compartido su tiempo con ese repugnante verdugo.

Una lectura amena de media hora, con una prosa bastante incisiva, lejos del lenguaje cargante y excesivamente formal de la época; sin embargo, falta algo más de chispa para inquietar al lector actual (y tengo mis dudas de que tampoco lo hiciera con el lector de aquella época). 

Los relatos de "Cuentos crueles" parecen píldoras que hablan sobre la crueldad y las diferentes maneras en como ésta se puede presentar, se acerca tanto al relato de terror como al ensayo filosófico. Poco o nada recomendable para lectores que buscan pasar un buen rato (o mal rato si hablamos de terror) sin más pretensiones.

Nota: 4,5/10

1 comentario:

The Jolly Bunny dijo...

Acabo de leerlo y el prólogo de la obra es más interesante que la obra en si, pensé que aparte de ser verdugo tenía otro oscuro secreto más siniestro. Pero no, sólo era un verdugo.